
Lo que Sabu me enseñó sobre emprender (y no, no necesitas tirarte sobre una mesa con púas para entenderlo)
Sabu falleció el 11 de mayo de 2025 a los 60 años, dejando un legado imborrable en la lucha libre profesional.
Cuando escuchas el nombre “Sabu”, probablemente lo primero que viene a tu mente es sangre, sillas dobladas y locura en el cuadrilátero. Pero detrás de ese personaje extremo de la ECW y la WWE, hay una historia que muchos emprendedores deberían tatuarse en la piel o mínimo colgar en su oficina.
1. Diferenciarse o morir
Sabu no fue “uno más del montón”. Mientras otros luchaban con estilo técnico o aéreo, él dijo: “¡Tráiganme las sillas, las mesas, el alambre de púas y el caos!”. Y eso lo convirtió en leyenda. En el mundo de los negocios es igual: si haces lo mismo que todos, te vuelves invisible. Si te atreves a romper esquemas, te vuelves inolvidable. ¿Qué te hace diferente? ¿Qué te hace rudo, auténtico, único?
2. Compromiso sin excusas
Sabu se abría la frente con alambre de púas, se cerraba las heridas con pegamento quirúrgico y seguía peleando como si nada. Eso no es locura (bueno, un poco sí), eso es compromiso. Emprender también duele, y no hay curitas mágicas. Hay días que sangras por dentro: fracasos, deudas, críticas. Pero si amas lo que haces, te levantas, te limpias la sangre (o las lágrimas) y vuelves al ring.
3. Tu marca es tu voz (o tu silencio)
Sabu no hablaba. No daba entrevistas. Su personaje era su marca, y era coherente hasta el final. En un mundo donde todos gritan en redes, a veces el silencio habla más fuerte. No se trata de estar en todos lados, sino de ser coherente siempre. ¿Tu marca personal está alineada con tu esencia o solo estás copiando a otros?
4. Honra tu legado, pero hazlo tuyo
Su tío era “The Sheik”, una leyenda. Pero Sabu no fue solo “el sobrino de”. Tomó ese fuego heredado y lo convirtió en un incendio. Muchos emprendedores vienen de familias trabajadoras, de historias poderosas, de sueños heredados. Pero el reto no es continuar la historia… es reescribirla a tu manera.
5. El mundo es tu escenario
Japón, México, Estados Unidos… Sabu no se encasilló en una sola liga. Se adaptó, aprendió y se expandió. Como emprendedor, tu negocio no tiene fronteras. Piensa global, actúa local, y adáptate como un verdadero guerrero del marketing digital. El cambio no es enemigo, es herramienta.
Sabu quizá nunca escribió un libro de emprendimiento, pero vivió una vida que parece sacada de uno. Y si algo nos deja su historia, es que para dejar huella no necesitas tenerlo todo claro desde el inicio, solo necesitas las agallas de lanzarte al ring… una y otra vez.
¿Te atreves?
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